Los escombros se acumulan ante tus ojos.
Un mar de espesos líquidos bloquea tu pensamiento.
Y tus parpados desprovistos de luz inundan de lágrimas tu rostro.
Una voz abismal, caótica, informe.
Irrumpe de repente en tus ideas.
¡Eres tú!
¡Lo peor de ti son los sucesos!
¡Lo mejor, tus recuerdos!
Tus frases están retenidas en la tela de araña de tu garganta.
Toda tú estas encallada en el barrizal.
Pero una luz de terciopelo acaricia tus cabellos.
Un aliento rosado inunda de esperanza tus bolsillos.
Lo inexplicable, la vida, va esculpiendo lo que has de ser.
Te aferras a lo tangible, pero todo muta.
Sólo lo invariable te saciara, si persistes en tus ideas.
Un mar de espesos líquidos bloquea tu pensamiento.
Y tus parpados desprovistos de luz inundan de lágrimas tu rostro.
Una voz abismal, caótica, informe.
Irrumpe de repente en tus ideas.
¡Eres tú!
¡Lo peor de ti son los sucesos!
¡Lo mejor, tus recuerdos!
Tus frases están retenidas en la tela de araña de tu garganta.
Toda tú estas encallada en el barrizal.
Pero una luz de terciopelo acaricia tus cabellos.
Un aliento rosado inunda de esperanza tus bolsillos.
Lo inexplicable, la vida, va esculpiendo lo que has de ser.
Te aferras a lo tangible, pero todo muta.
Sólo lo invariable te saciara, si persistes en tus ideas.
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